Me dijo ella lo mismo,
yo le dije lo contrario.
Aquello era un calvario,
la magdalena con cinismo
río de aquel martirio,
de aquel que en su lomo
llevaba la cruz del colmo
del desdeño sin lirio,
ni rosas; al mortuorio
son de antiguo salmo
aquello se hace mio
en lo profundo y frió.
Esto es mas un sarcasmo
bajo la luz del iconostasio,
le dije, ella se volvió,
me miro y con el rosario
me dio un flagelo que dolió
como cualquier misterio
doloroso en el sumario
agobiante, y mal tramo
de angustias, en el tramo
gediondo a cal y sahúmo;
lento mi respirar, el humo
se hizo grueso y expandió
su velo y ella cuando vio
en mis ojos una lagrima dio
un suspiro, y luego movió
sus manos en un recio
movimiento, veloz como
la luz llego y tomo
lo primero que encontró romo
y me pego; eso la calmo,
todo quedo en un episodio
que nadie mas vio, o sintió
aparte de mi lomo y el tolmo
con que ella me sopapeo.
jueves, 10 de septiembre de 2009
domingo, 6 de septiembre de 2009
lla y do
Cuantas veces se ha visto lo mismo, se ha hecho lo que se puede. se dice lo que se quiere sin querer?
Poema a la Cipota aquella
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Recuerdan a aquella...
yo si me acuerdo
della, bueno, era fella
pero tenia su pasado
y su gracia; ya dije, bella
no era, pero tenia pasmado
a mas de alguno que la veilla
pasear con aquel caminado
guango, una vez, un dilla
de aquellos un despiadado,
un sin oficio le metio sancadilla
y ahí callo en el empedrado
ella, una cuajada y un quesadilla,
que trailla en un mantel rosado,
cuando cayo dijo "por la gran pulla"
lo dijo en forma de quejido
un aguacatero que solo era costilla
lo dijo en forma de quejido
un aguacatero que solo era costilla
estaba consentrado mascando
una dura y antiquísima tortilla,
al porrazo se desquicio ladrando
y gruñendo; y le mordió la rodilla.
aquella, que sin mas mando
al chucho a ser pastilla,
por no decir pasta, el estado
en que le quedo la rabadilla
al pobre animal cuando sopapiado
a palos por aquella, en la cuestilla.
Acordarme del nombre queriendo
estoy desde hace rato, Tolla...
Si la Tolla, la que Fernando
una vez le dijo un piropo, y le callo
un plachtazo asentado
en la geta de aquel que se desmallo
y disperto todo senderiado.
Despues deso, como destello
salia y se escondilla
cuando ella pasaba moviendo
todo aquello que tenilla.
La Tolla con su encantado
caminar de chumpipa se reilla
de todo, porque cuando
apareciera el que della
fuera, lo sabria y Nando
no era parella.
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