domingo, 5 de febrero de 2017

Debemos poner como prioridad crearnos una personalidad, una identidad.


Puede que muera de hambre, pero se que el país lo merece, a esta vida no se viene a hacer fortunas que morirán con uno, la responsabilidad de cada individuo debería ser dejar un mejor mundo, un mejor país del que uno encontró al nacer, si nos vamos y dejamos un país peor y tuvimos los dones y los recursos para hacerlo y simplemente nos escudamos en los errores ajenos para no luchar entonces nos habremos fallado a nosotros mismos, a nuestra especie y a todo el universo mismo.

Es lamentable...

El Fenómeno Chato Vargas o efecto Chato Vargas
Yo le conozco así a esa conducta de rechazo a lo nuestro aun siendo un legitimo heredero de nuestra estirpe mas pura, los Pipiles y lejos de sentir orgullo se sienten avergonzados; esta es una plaga mental bien propagada entre la mayoria de la poblacion y es producto de la ignorancia que predomina en nuestra sociedad.

Todo comienza con un comentario mal sonante en Redes Sociales.

La Comunidad automaticamente se indigna, y todo cuadra porque eran las fechas de la matanza del 32; por si no esta bien documentado en historia, en dicha matanza se le dio muerte a 30,000 personas: obreros, campesinos; la gran mayoría de ellos de etnias originarias, por ello es que en El Salvador no es como en Guatemala o México donde hay una vibrante comunidad indígena que conserva casi intactas sus costumbres y raíces, aquí en nuestro país esas raíces fueron despedazadas de forma atroz.

Debemos detener a toda costa esa triste conducta autodestructiva de autoflagelar lo nuestro. Imaginese usted por un momento que un japones se ponga a subvalorar a otro por hablar japones o por usar un kimono, es algo que casi no se puede asimilar; pero es algo que ha venido pasando en nuestro país y lo vemos ya con tanta naturalidad que es triste afrontarlo.
Es mas detestable aun cuando alguien con rasgos característicos de nuestra etnia menosprecia lo nuestro y le da contexto de burla eso automaticamente es autoinsultarse.
No estamos tarde, aunque hay mucho por hacer

No hay comentarios :