viernes, 25 de noviembre de 2016

Cronica del día a día Salvadoreño


Esta nota fue originalmente publicada en este mismo blog el miercoles, 6 mayo de 2009, estamos hablando de hace mas de 7 años.
He considerado importante traerla a la actualidad, viendo que mucho de lo que en ella se describe aun sigue siendo tan latente y si es posible peor; espero que les haga reflexionar... 
 
Un día normal
(autor anónimo)
Esto no debería ser cotidiano, lamentablemente lo es.


Fragmento de papel que llamo la atencion de mi hermano.
"Martes 21 de agosto de 2008
Mi día comienza a las cinco y media del día.
No tengo agua en mi casa, no tengo luz, mucho menos tengo teléfono. Tengo desde hace poco un perro esta chiquito, también tengo una hornilla hecha con tres ladrillos y unos hierros al cual de manera cariños llamo: treve.
Bueno...
Todos los cantaros están solos, por ratos parecen tambores de alguna orquesta de pesadilla cuando chocan unos con otros vacíos.
Trabajar en la maquila
es una cosa monótona, es desgarrador pensar que se estudia bachillerato para llegar a esto.
Me pica la cabeza. los ojos me arden con los químico de la tela antes los vapores de las planchas, también tengo tan hondos los ojos, que parecen posos con agua turbia.
Hace unos días me robaron la grabadora con toca CD's, la plancha, la licuadora y el conjunto de ollas que había comprado en combo y que aun debo 19 plazos, rompieron la lamina de la champa y se metieron.
Ahora me han sobrecargado el trabajo.
La semana pasada dicen que se murió la Monchita, una compañera del trabajo que estaba en la misma linea que yo. Se murió la llevaron al hospital Rosales y no había medicina, no había ni curitas ahí. Se murió de un empujón que le dio el marido, el baboso ese es bolo, en una de sus loqueras (la ultima para Monchita) dicen que la empujo y pego con la cabeza en el pavimento.
Ya es algo tan típico.
Antes lloraba, ahora ya la deshidratante situación ni eso me permite."

Entrada de un diario de un salvadoreño o salvadoreña en una jornada normal.

Se dice que si te caes del suelo no pasas.
Pero ya nosotros estamos apunto de llegar a las ocho cuartas.
Me dolió tanto transcribir esto.
No se del autor o autora que llevaba recuento de sus vida en este diario, algo poco habitual entre los habitantes de nuestro país, sin duda era alguien con excepcionales cualidades, rezagado en una cruda verdad, ruego por su bienestar actual y les pido que también ustedes rueguen por que este tipo de vivencias al menos se minimizen.

La libreta donde se encontraba escrito esto la encontró mi hermano en la calle cuando venia del trabajo, se le hizo interesante la portada que tenia un dibujo muy elaborado hecho a mano que delataba gran amor por la técnica e incluso conocimientos de dibujo técnico.   Esta parte la que han leído es una recopilación de fragmentos de lo poco que es legible, ya que muchas de las paginas están pegadas y borradas por haber estado expuestas a la intemperie, algunas de las partes que estaban ilegibles las he tenido que complementar, espero haberle dado el contexto que originalmente llevaban. 

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